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jueves, 18 de julio de 2013

Documento Nº 6: El movimiento estudiantil y la lucha antiimperialista


Caracas, julio 2013. Prensa Antifascista.- El movimiento estudiantil venezolano ostenta un sitial de honor en las gestas de lucha de los pueblos que padecen a flor de piel las arbitrariedades cometidas por los verdugos defensores de los intereses del explotador burgués, nacional e imperialista, puestos a la cabeza del corroído e irracional estado capitalista que tradicionalmente ha ejercido y mantenido su domino a través de prácticas coercitiva, de represión social y vulneración de los intereses de las grandes mayorías explotadas, sacrificadas a los intereses de la cúpula minoritaria explotadora. 

Viendo la importancia que históricamente ha tenido la acción estudiantil en el desarrollo movimiento revolucionario venezolano (importancia expresado más que todo en tiempos álgidos de agudización de los malestares generales y acrecentamiento de las contradicciones sociales), resulta necesario dar un paseo en la historia del mismo, para comprender su papel actual, en vinculación de los demás sectores de la sociedad en la lucha por la destrucción de la base que sostiene el actual sistema capitalista y la construcción de la auténtica sociedad socialista. 



La chispa que encienden la llama de la lucha de los pueblos; breve paseo en la historia: 

En la segunda década del siglo XX tiene cabida un acontecimiento que marcará el rumbo posterior del movimiento estudiantil Latinoamérica. Es la reforma universitaria de Córdoba, provincia argentina, que en 1918, y como expresión de la ebullición revolucionaria que en el mundo se desarrolla en dicho momento (recordemos que en 1917 triunfa la gran revolución socialista de Rusia, y surge una gran efervescencia revolucionaria), cambia, como resultado de la lucha emprendida por los estudiantes de la Universidad de Córdoba, el estatus dominante universitario del momento, que resultaba desde mucho tiempo atrás caduco e insostenible, representado por una estructura monárquica y monástica, amoldado a los intereses de la dominación burguesa y dirigido a la sumisión del pueblo a los designios de la metrópolis imperialista dominante. Si bien esta reforma universitaria no englobó los intereses y reivindicaciones de los demás sectores sociales sometidos, además de que dicho movimiento revolucionarista no representara un cambio radical en el marco social existente y que muchos de los que allí participaran, después de abrazar su condición de clase, se incorporarán al movimiento contrarrevolucionario, fue un acontecimiento que aun resuena en el mundo de forma vertiginosa e inspira a los jóvenes y estudiantes a organizarse y luchar contra lo viejo y atrasado, así como en contra de la injusticia social encarnada en la opresión capitalista. 

Esa expresión de lucha repercutió en Venezuela, que para el momento era uno de los países más atrasados (si no el más atrasado) del cono sur, y que por demás tiene a su pesar un gobierno dictatorial, que reprime furiosamente a los que osan rebelarse, y que ya desde su aparición había comenzado a acallar las expresiones de protesta de los desamparados. El dictador es el tirano Juan Vicente Gómez, pieza servil a los designios de dominación del imperialismo norteamericano, que saquea nuestras riquezas y deja a su haber miseria y hambre. 

En el marco de esta dictadura surge la Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV), que organiza movilizaciones en el marco de la semana del estudiante, en febrero de 1928, y que se convierten, bajo un transfundo de festividades, en jornadas de protestas y exigencias sociales en contra del tirano representante del Estado opresor. No se hace esperar la represión en respuesta a dichas exigencias y el posterior apresamiento de los estudiantes que participan en ella. Al malestar general de la sociedad se une la indignación ante ese brutal acto de represión contra la digna acción de los jóvenes, lo que genera un estallido de protesta que se generaliza hacia demás sectores oprimidos de la sociedad, logrando, bajo su presión, que se liberaran a gran parte de los confabulados en la protesta estudiantil, y poco después se intentara un golpe de Estado que fracasa, cerrando la primera gesta de lucha con participación fundamental del estudiante. El movimiento estudiantil y el pueblo venezolano reciben su bautizo de fuego, abriendo épocas nuevas y más profundas formas de lucha contra su enemigo explotador, luchas que se van a afianzar entre los explotados y oprimidos por ver materializado sus sueños de democracia, de dignidad social y de liberación. 

En la década del 1950 tiene cabida un amplio movimiento de masas en lucha contra la dictadura del tirano Marcos Pérez Jiménez que tiene a su haber incontables victimas, muchos de ellos ferviente revolucionarios combatientes en contra de la tiranía y por un mundo nuevo. Es en esta lucha donde nuevamente los estudiantes ocupan un papel relevante por la instauración de la democracia. En las condiciones de atroz represión, fuerte persecución y de allanamientos universitarios, es como los estudiantes salen al frente de lucha el 21 de noviembre de 1957 y protagonizan en Caracas una significativa protesta que es brutalmente reprimida, pero que sin embargo hace despertar con mayor contundencia la combatividad de un pueblo que quiere cambiar su realidad social, disponiéndose este misma a la lucha, que se manifiesta el 23 de enero de 1958, dando al traste con la dictadura militar existente hasta ese día en Venezuela. El 21 de noviembre es conmemorado como el día del estudiante por esa gran acción de combate que protagonizaron los estudiantes el año 57. 

La traición de la lucha del pueblo ejercida el 23 de enero de 1958 por los partidos políticos que a partir de esos acontecimientos se instaura en el poder, abalados por el imperialismo norteamericano (Acción Democrática, COPEI, URD), motiva a fuertes luchas a lo largo de los 40 años en que se instituyen los gobiernos resultantes de dicha traición. Movimientos guerrilleros, huelgas, luchas urbanas se hacen presente para hacer frente a la arremetida de parte del gobernó de fachada democrática pero de tinte represor, y en todas ellas se enfilan diversos estudiantes ansiosos de cambio y dispuestos a morir por la causa de la trasformación revolucionaria de la sociedad. 

Los 70, 80 y 90 al contrario de lo que algunos dicen, fue una época de profunda convulsión social y constante lucha por las reivindicaciones sociales vulneradas por la crisis económica y amenazadas por las medidas neoliberales que se pretendieron implementar en nuestro país; los estudiantes son los que salen a la lucha cuando la izquierda padecía una bancarrota y una total dispersión, y protagonizan huelgas en contra del aumento del pasaje, en contra de los intentos de privatización de la universidad, por el alza de los precios de la cesta básica, por las condiciones de vejación existentes, recibiendo tanqueta y represión de parte de los cuerpos represivos del Estado. Su lucha siempre ha estado vinculada con la lucha de los obreros, los campesinos pobres y demás sectores oprimidos, en la lucha por su liberación de las cadenas de la explotación asalariada. 


Situación actual del movimiento estudiantil revolucionario: 

Actualmente, el orden mundial está siendo azotado por un mal profundo a nivel mundial; es la crisis general del capitalismo, que genera la quiebra de diversas entidades bancarias y el paro de las fábricas, poniendo en situación de vulneración y caos a la dominación burguesa, que ve la solución, ante estas circunstancias, en cargar sobre los trabajadores y demás sectores oprimidos los efectos de esa crisis. Las medidas neoliberales no se hacen esperar y comienza el proceso de privatización de servicios públicos con la consecuente reacción de los afectados; los estudiantes no se salvan de esta situación y son partícipes del movimiento social. 

En Europa los jóvenes y los estudiantes se movilizan en defensa de la educación pública, gratuita y de calidad, por el derecho a un trabajo digno y estable, particularmente en Europa hemos visto las grandes movilizaciones en contra de las políticas económicas tomadas por la Unión Europea, el Banco Mundial y el fondo monetario internacional, que busca cargar sobre los hombros de los trabajadores todo el peso de la crisis capitalista. Las principales ciudades de Italia e Inglaterra fueron centro de movilización de los estudiantes en 2011 hasta la actualidad. Algunas de las características que podemos mencionar son los Recortes del subsidio estatal hacia la educación, subida desproporcionada de la matrícula (tasas) anual, suspensión de las becas de estudio. 

En Latinoamérica, los países que se han visto más afectados hasta ahora son Chile, Puerto Rico y Colombia donde se acentúa más el combate diario en la defensa de la educación pública en todos los niveles. El afán de lucro ha convertido particularmente a la universidad en un gran mercado, obligando a los estudiantes y sus familias a adquirir grandes deudas con la banca privada para costear sus estudios. Las medidas neoliberales en el área educativa impulsada por los gobiernos de estos países han caldeado los ánimos de los estudiantes que se ha mantenido en las calles desde el año 2011 en defensa de sus derechos. Muchos de los cuales han comprendido que la lucha transcienden más allá de la Reforma Universitaria. La incorporación de centrales sindicales, federaciones campesinas y organizaciones barriales a las movilizaciones estudiantiles, han hecho comprender que solo con la transformación revolucionaria de la sociedad será posible ver materializada la universidad democrática, popular y abierta al pueblo, transformación revolucionaria en donde la clase obrera asuma el papel de vanguardia y guía de los demás sectores oprimidos de la sociedad. 

En Venezuela la situación no dista de ser compleja; el movimiento estudiantil venezolano que defiende las ideas de cambio y revolución se encuentra en situación de dispersión, debido a que no se cuenta con un referente que aglomere las voluntades comunes de las estudiantes a escala nacional, eso a pesar de las políticas de un gobierno revolucionario emanadas para darle asistencia a los diferentes sectores, entre ellos el estudiantil, pero a la inversa de las intensiones reales de dicho proyecto, ha generado cierta desmovilización, al igual que de distorsión del real papel del estudiante en la lucha revolucionaria. 

A esto se aúna la campaña emprendido desde los laboratorios de guerra ideológica del imperialismo para sustraer a los estudiantes de la lucha revolucionaria y en peor de los casos ganarlos a las filas de la contrarrevolución. 

El estudiantado es carne de una feroz disputa entre el campo revolucionario y el imperialismo. La USAID y la NED, entre otras “instituciones benéficas y desinteresadas” (como hace décadas lo fue la Fundación Ford, otra máscara de la CIA) ponen gruesas sumas de billetes para dividir, neutralizar, cooptar y comprar al movimiento estudiantil de nuestro continente. 

No es de extrañar pues, que la burguesía y el imperialismo, comprendiendo el papel destacado de lucha revolucionaria del movimiento estudiantil en la historia, haya hecho su campaña con el objetivo de ganar voluntades. En Venezuela podemos ver actualmente este fenómeno, donde en tiempos recientes estudiantes, levantado las banderas de la más reaccionaria derecha, han realizado protestas dirigidas a desestabilizar al actual gobierno que pugna por el avance revolucionario. Muchos de estos estudiantes toman partido en contra de ellos mismos. 

En este preciso momento estamos en presencia de lo que podríamos considerar un golpe suave, en donde la derecha está ejerciendo su trabajo de sabotaje y desestabilización en diferentes aéreas sociales y de servicio; a la situación del aumento del pasaje, así como de la especulación y el acaparamiento, se suman las jornadas de paro universitarios que esta promoviendo la rancia FAPUV, quienes bajo un ropaje “reivindicativo” del todo inadmisible, ocultan las intensiones más reaccionarias de la burguesía de inducir un clima de malestar en el país, con el propósito de crear las condiciones para salir por vía golpista de la revolución bolivariana. Lo característico del caso, cosa que ya señalamos arriba, es que cierta porción de estudiantes considera justo que le violen su derecho al estudio, por unos propósitos que claramente tienen un trasfondo político, y del más sucio. 


Tareas actuales del movimiento estudiantil revolucionario: 

Ante esta situación es menester que los estudiantes revolucionarios hagan frente a dichos planes desestabilizadores promoviendo denuncias, movilizaciones, y pugnar por ganar a las masas estudiantiles manipuladas por la campaña de engaños que han impulsado los interesados en romper el orden de estabilidad. Al mismo tiempo se hace necesario vincular la lucha con los demás sectores explotados y oprimidos de la sociedad. 

Pero es de tener claro que sin una férrea organización del movimiento revolucionario consciente, es difícil, sino imposible, llevar una lucha contundente contra nuestro enemigo común; la burguesía. Se debe comenzar a crear un referente orgánico que aglomere a los movimientos y organizaciones estudiantiles revolucionarias, dispersos en estos momentos. La Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV) existió en un periodo de la historia; debemos rescatar el legado histórico de lucha e impulsar la aglomeración del movimiento estudiantil por un cauce común. Construir un verdadero movimiento de estudiantes que luche contra el fascismo, el imperialismo y los intereses de sus lacayos en Venezuela. 

Las federaciones y centros de estudiantes deben ser objetivos a conquistar a inmediato y mediano plazo, ello fortalece la lucha revolucionaria en las filas estudiantiles. 

A la organización del movimiento revolucionario debemos inyectar el elemento de la formación política e ideológica, como condición de tener un movimiento consciente de su rol histórico y vinculada a la lucha proletaria por la transformación social. 

Debemos impulsar el cambio del currículo obsoleto existente en nuestras universidades, e incorporar cátedras que muestren la realidad mundial y latinoamericana de forma crítica. 

Luchar tanto adentro como afuera del recinto universitario, vinculados al movimiento social para derrotar las ansias de la burguesía y el imperialismo. Comprendemos que la nueva universidad solo será posible en el marco de una revolución socialista. 


¡Que la crisis la pague la burguesía, no la juventud y los pueblos!
Comisión Nacional de Formación de la CJAA.

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