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miércoles, 12 de febrero de 2014

José Félix Ribas y la lucha de clases en la batalla de La Victoria

Han pasado 200 años desde la histórica batalla del 12 de febrero de 1814

Caracas, 12 de febrero 2014. Prensa Antifascista.- Desde el punto de vista marxista, como lo hiciera el comandante Chávez hace dos años, la batalla de La Victoria fue una lucha de clases entre la burguesía mantuana y las masas empobrecidas de esclavos y campesinos, donde estudiantes pudientes de los sectores privilegiados, liderados por José Félix Ribas, se encargaron de empuñar las armas para detener una rebelión popular mientras esperaban refuerzos.

El Comandante Hugo Chávez lo dijo de manera clara: “No era Boves un realista, era líder de los pobres, de los negros y los esclavos liberados”. Sin embargo, reivindicar el papel de José Tomás Boves y denigrar de la lucha de los estudiantes patriotas es erróneo y nos puede conducir a conclusiones reaccionarias y retrógradas. 

Las luchas sociales de clase debemos enfocarlas en su contexto, es decir, ver las condiciones en que se desarrollaron y los posibles desenlaces. Para esto, debemos usar el método marxista del Materialismo Histórico, único método científico existente para estudiar el movimiento social.

Así pues, según el método científico, es correcto que la lucha de clases es el motor de la historia y, son las masas las verdaderas protagonistas y las que hacen la historia en todos los tiempos. Pero, las clases sociales no son estratos petrificados, sino que de acuerdo al nivel de desarrollo de la época, las mismas son progresistas o son reaccionarias. Por ejemplo, la burguesía era en las épocas de lucha contra el feudalismo y las monarquías, una clase revolucionaria y de avanzada, representaban lo nuevo contra lo caduco y, echó abajo las cadenas absolutistas y lideró a las masas en esta lucha. En Venezuela esto se expresó con el lema “Moral y luces” de los patriotas libertadores, en Europa “El reino de la razón” de la revolución francesa, etc. 

Dentro de cada modo de producción existe un sujeto histórico revolucionario que lo destruye. En el esclavismo, la clase de los terratenientes, destruyó ese modo de producción y creó uno nuevo, el feudalismo; dentro del feudalismo, la clase de la burguesía hizo lo propio. Dentro del capitalismo, la clase obrera destrozará el régimen burgués y creará un nuevo modo de producción, el socialista. 

Bajo la bandera de la burguesía naciente, se consagraron los derechos universales del hombre, los ideales de Liberté, égalité et fraternité (Libertad, igualdad y fraternidad) y las fuerzas productivas alcanzaron niveles asombrosos. Todo esto dio origen al nacimiento del proletariado o la clase obrera, la única clase social que puede conducir a la humanidad al socialismo y a la total extinción de la división entre explotadores y explotados. 

Claro está que con el envejecimiento del capitalismo y la necesidad, sujeta a leyes objetivas, de su sustitución por un nuevo modo de producción (socialismo), la burguesía dejó de ser revolucionaria y se convirtió en la clase podrida, asesina y explotadora de hoy. Las relaciones económicas, las crisis y la descomposición del sistema capitalista, hicieron que en su seno naciera la nueva clase revolucionaria que liderará al resto de la sociedad al socialismo, esa es solamente la clase obrera industrial. 

En el caso de Venezuela, la batalla de la Victoria representó una lucha entre la burguesía revolucionaria contra las masas empobrecidas. ¿Qué fuera pasado si los patriotas hubieran perdido en la victoria? 

Aun sin ser tropas realistas, las masas dirigidas por Boves no eran un sujeto histórico, sino estratos disgregados y oprimidos por el régimen feudal y por sectores de la naciente burguesía criolla (campesinos) y rezagos del extinto régimen esclavista (esclavos) los cuales, simplemente fueron arrastradas detrás de Boves por circunstancias concretas y no por necesidad revolucionaria, por tanto su lucha era reaccionaria, pues, la derrota de los patriotas sólo hubiera beneficiado a la corona española. Los esclavos y campesinos se hubieran disgregado luego de la batalla y la verdadera lucha central entre la monarquía y los revolucionarios independentistas se hubiera definido en favor de la primera, es decir, en favor de las fuerzas tenebrosas y reaccionarias del feudalismo, no hubiera nacido una nueva etapa burguesa de desarrollo y por ende, no hubiera nacido la clase obrera y con ella, las posibilidades del socialismo. 

La Victoria de los mantuanos, de la burguesía criolla en 1814, posibilitó que continuara la sucesiva acumulación de fuerzas antifeudales y antimonárquicas, y ese mismo desarrollo revolucionario, permitió a líderes como Bolívar y Páez entre otros, organizar a las masas de campesinos y esclavos para la lucha común contra el feudalismo, que era representado por los ejércitos realistas. El papel más meritorio de los independentistas burgueses fue sacar a esas masas del campo reaccionario y pasarlas al campo revolucionario. 

De esta manera, se sentaron las bases de la Venezuela contemporánea, donde la lucha está enfocada por un nuevo modo de producción entre la burguesía, hoy reaccionaria por un lado y la clase obrera revolucionaria por el otro, de esta lucha dependen todas las expresiones sociales existentes en la actualidad. 

No comprender esto y poner en un pedestal a José Tomás Boves y sus tropas, es anticientífico, erróneo y retrógrado. Sin una etapa burguesa y capitalista posterior a la colonia, la Venezuela actual con sus luchas y sus procesos transformadores sería imposible, esta etapa fue instaurada con lucha abnegada por nuestros héroes patrios. 

En la actualidad, en una sociedad dialéctica y cambiante, al ser la burguesía una clase contrarrevolucionaria, las masas deben combatirla y ponerse al lado de la clase revolucionaria, la clase obrera.

Doscientos años han pasado desde esa época, el capitalismo ha envejecido y ya no es la burguesía criolla la clase más importante, sino el proletariado. En pleno siglo XXI, la crisis capitalista deja millones de muertos y miseria en todos los rincones del planeta y la burguesía se convierte en un obstáculo para el libre desarrollo de los derechos de millones de seres humanos.

En cuanto a nuestro país, la burguesía criolla, que en tiempos de la colonia era un motor del ascenso de la economía (producción de café, cacao y un nivel aceptable de manufactura y producción mercantil), es hoy en día una casta parasitaria que luego de la independencia, vendió al imperialismo norteamericano todos nuestros recursos naturales y traicionó a las masas campesinas, sembrando en nuestro país la miseria y la pobreza extrema.

La clase revolucionaria, la clase obrera representa el sujeto histórico de lo que será la nueva sociedad socialista. Por eso el apoyo de las masas a una u otra clase es la columna vertebral de la lucha de clases en la actualidad.

En la coyuntura política vigente, los jóvenes que apoyan a la burguesía parasitaria (principalmente de universidades privadas y autónomas) representan un sector reaccionario que busca eternizar la explotación de las mayorías por un puñado de adinerados parásitos y hacer retroceder nuestro país hacia épocas de represión.

En cambio, los sectores que apoyan a la revolución, pero principalmente a la clase obrera en su lucha, son sectores revolucionarios, en el seno de los cuales, se gesta una nueva sociedad que nacerá producto del derrocamiento del capitalismo y la instauración de un gobierno de las mayorías que ha de conducirnos al socialismo científico.

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