
En ese sentido, el encuentro se plantea el importante papel de los futuros técnicos e ingenieros en el trabajo de industrialización y consecuente tecnificación del campo, con miras a eliminar las diferencias entre éste y la ciudad.
Para los jóvenes revolucionarios es imprescindible estar conscientes que una de las piedras fundamentales del socialismo es garantizar la alimentación de todo el pueblo. Para esto no bastan los buenos deseos ni las curiosas propuestas de los conucos familiares, que si bien, son importantes, están lejos de sostener una población de millones y millones de habitantes que necesitan alimentarse a diario.